Castros celtas en Salamanca (2/4): el Castro de Yecla la Vieja

Castro de Yecla la Vieja. Muralla sur. Foto: Irene Ramón

Los vetones fueron uno de los pueblos celtas que habitaron Castilla y León durante los siglos VII-II a.C, aproximadamente. Concretamente se concentraron entre Salamanca, Ávila y Zamora y nos dejaron un importante legado, parte imborrable de nuestra historia: los poblados fortificados llamados castros.

En la provincia de Salamanca encontramos cuatro de estos castros visitables. En esta ocasión recorremos el de Yecla la Vieja, dentro del municipio de Yecla de Yeltes, a una hora aproximada de la capital. Un viaje al pasado del que no te arrepentirás, ¿empezamos?

Puerta Occidental. Foto: Irene Ramón

El Castro de Yecla la Vieja

Información práctica

  • El castro se encuentra a unos dos kilómetros al sur de Yecla de Yeltes y cuenta con un parking de tierra (a unos 200 metros del yacimiento) donde debes dejar el vehículo. Está al lado de la Ermita de Santiago el Apóstol y a partir de ahí el recorrido debe ser andando.
  • Hay dos recorridos señalizados: el interior y el exterior. Puedes saltar de uno a otro en cualquiera de las puertas y hay infinidad de paneles explicativos en los puntos clave. Un detalle interesante es que esos paneles son metálicos y el texto está grabado, por lo que es difícil que se borre, como solemos ver en otros lugares.
  • El recorrido es fácil, apto para toda la familia y cuenta con una gran parte sombreada.

Panel explicativo frente a la Ermita de Santiago. Foto: Irene Ramón

La visita

El Castro de Yecla la Vieja estuvo habitado desde el siglo V a.C. hasta el XII d.C. de forma ininterrumpida. En esa fecha los habitantes decidieron mudarse a un terreno más llano, donde actualmente encontramos la localidad de Yecla de Yeltes.

Yecla de Yeltes. Iglesia de San Sebastián. Foto: Irene Ramón

Quizá lo que más llama la atención al llegar es un templo cristiano sobre la puerta principal de entrada. Es la Ermita de Nuestra Señora del Castillo, levantada en el siglo XIII y que poco tiene que ver con los vetones. Se construyó tras el abandono del castro, actualmente sigue teniendo culto y todos los años procesiona hasta allí la patrona de Yecla de Yeltes, la Virgen del Castillo.

Entrada al castro. Ermita del Castillo. Foto: Irene Ramón

Comenzamos la visita admirando las murallas, de unos 2.500 años de antigüedad. Construidas con piedras irregulares casadas a la perfección y salvando los desniveles junto al Arroyo del Encinar, afluente del río Huebra. En algunos puntos estos muros alcanzan los 14 metros de grosor.

Muralla sur junto al arroyo. Foto: Irene Ramón

El poblado fue habitado ininterrumpidamente desde el siglo V a.C. por vetones, romanos tras el siglo II a.C. y cristianos hasta el XII d.C, por lo que el castro fue evolucionando con las diferentes culturas que pasaron por aquí. En época medieval la muralla se estrechó y se construyeron edificios adosados a ella de forma cuadrangular, de los que aún quedan restos.

Edificios medievales. Foto: Irene Ramón

El castro es un asentamiento de unas 5 hectáreas de superficie con un recorrido fácil y atractivo. No te pierdas:

  • El campo de piedras hincadas junto a la Puerta de la Ermita, que evitaba el ataque con caballería por la zona más llana y peligrosa.
  • La necrópolis, donde conocerás las costumbres funerarias de los vetones antes y después de la llegada de los romanos.
  • Los grabados que irás encontrando por los diferentes puntos de la visita.

Campo de piedras hincadas. Foto: Irene Ramón

Museo del Castro de Yecla la Vieja

Antes de irnos te recomendamos encarecidamente una visita al Museo del Castro, en la localidad de Yecla de Yeltes. Lo encontrarás fácilmente junto a la Iglesia de San Sebastián, en la Plaza Mayor.

Museo del Castro de Yecla la Vieja. Foto: Irene Ramón

Es un museo pequeño, pero grande en historia y tesoros: se exponen lápidas funerarias con inscripciones latinas e iconografía celta, joyas, herramientas y mucha información que aliviará tu curiosidad.

Museo del Castro de Yecla la Vieja. Piezas expuestas. Foto: Irene Ramón

Pero no nos olvidamos de la joya de la corona: el verraco vetón. Es una de las esculturas en piedra que definen y caracterizan esta cultura y que encontramos por toda la geografía salmantina. Son figuras zoomorfas que representan cerdos, toros o jabalíes. Éste es uno de los pocos ejemplares que representan este último animal y asombra por su buen estado de conservación. ¡Una maravilla!

Verraco vetón. Foto: Irene Ramón

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Los celtas en Salamanca: vetones, castros y verracos

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¡Gracias por leernos!

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